Escuchar:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/CEFEQMOAYFDI3F23U4RO4VWVRY.jpg)
Abelardo Araya (derecha) , vocero del Movimiento Diversidad, no está preocupado por el posible referendo. Dijo que ya presentaron otro proyecto de ley diferente del que se votaría. Archivo
El eventual referendo en diciembre sobre la legalización de las uniones entre personas del mismo sexo podría representar la posibilidad de que los costarricenses voten desde otros países, por primera vez en la historia.
Así lo dijo el presidente del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), Luis Antonio Sobrado, aunque admitió que aún no existen siquiera los reglamentos requeridos para el sufragio en el extranjero.
El referendo, aún pendiente de certificación de las firmas necesarias para su convocatoria, se haría el 5 de diciembre, mediante una tercera urna en la jornada electoral en la cual los ciudadanos elegirán alcaldes y síndicos municipales.
Los costarricenses residentes en otros países, sin embargo, solo podrían votar por el “sí” o el “no” en el referendo pues se supone que no están inscritos en ninguno de los 81 cantones, recordó Sobrado.
El jerarca calificó como “el mayor reto” la organización de las votaciones en las sedes consulares del país. La posibilidad de voto para los emigrantes no existía en la ley electoral anterior, pero la nueva normativa sí la establece y está previsto aprovecharla en los comicios presidenciales del 2014.
El país carece de registros precisos sobre la cantidad de costarricenses emigrantes, así como de sus condiciones migratorias, por lo cual se desconoce aún la cantidad de recintos electorales y su ubicación en otros países.
Sobrado agregó que al tratarse de una jornada electoral con dos temas (las autoridades municipales y las uniones homosexuales), surge la posibilidad de ahorrar recursos y, sobre todo, de elevar la participación de los ciudadanos.
Manifestó: “Creo que los temas se pueden incluso complementar, pues así los candidatos a las alcaldías tendrán también en juego un tema de campaña que merece un amplio debate social”.
Para un referendo, el TSE tiene reservados ¢2.500 millones, mientras que para la elección de autoridades cantonales dispone de ¢6.777 millones. Estas partidas, empero, no se gastarán en su totalidad.
La celebración del referendo depende de que un grupo llamado Observatorio Ciudadano recolecte las 136.750 firmas necesarias para cumplir con el requisito de presentar el respaldo de por lo menos el 5% del padrón electoral.
Sobrado dijo que tal cumplimiento es bastante probable, por lo cual la convocatoria a la consulta podría hacerse después del 7 de agosto, cuando se han cumplido los seis meses posteriores a una elección presidencial, como dice la ley.
Este referendo rige para un expediente legislativo específico, lo cual significa que pueden existir otras oportunidades para que los activistas insistan en la posibilidad de que los homosexuales gocen de derechos gananciales con sus parejas, herencias, derecho conjunto al seguro social, créditos mancomunados y pensión, entre otros.
