31 - 12 - 2010 katia morales prepara un ramo de flores de santa lucia a Alis gomez recorrido por el mercado central de sanjose en busca de flores de aguizotes y productos para preparar la cena de fin de ao (roger benavides fonseca)
Mientras en algunos lugares del mundo ya recibían el año nuevo con pólvora y alegría, decenas de ticos recorrían las principales calles de San José tratando de conseguir manjares y agüizotes para la última cena del 2010.
Así lo pudo comprobar un equipo de
Carne para asar, racimos de uvas, piernas de cerdo, candelas amarillas y los tradicionales rollos de santalucía eran parte de las compras de último momento que realizaron los ticos.
La mayoría de los compradores eran amas de casas, quienes, acompañadas por sus nietos, yernos y esposos, recorrían los tramos del mercado procurando obtener mejores precios.
Tal fue el caso de Roxana Velluti, quien tenía la misión de conseguir tres alimentos en particular: pollo, salchichón y elotes.
“Me esperé hasta el último momento para comprarlos porque quería que estuvieran bien frescos”, añadió esta vecina de Calle Blancos.
Frente a ella se encontraba Wendy López, quien le preguntaba al carnicero el precio de la pierna de cerdo. “¿Viste, mamá? En el otro puesto estaba más barata”, expresó con orgullo mientras sostenía varias bolsas repletas de verduras.
Por eso, no era de extrañar que los costarricenses abarrotaran ayer las floristerías buscando un rollito de santalucía.
La creencia popular asegura que esa hierba, de suave olor y flores moradas, es capaz de garantizar prosperidad en el año nuevo.
Alice Gómez, vecina del centro de San José, asegura que todos los años ha realizado ese ritual y que la prosperidad nunca le ha faltado.
Alexánder Cambronero, empleado de la carnicería San Bosco, aseguró que este fin de año fue mucho mejor que el del 2009.
Una opinión similar tenía Kattia Morales, propietaria del tramo Hierbas Coyito, a quien no le importó levantarse a las 5:30 a. m. con tal de vender los agüizotes de buena suerte que jóvenes y adultos le solicitaban por montón.