En una reciente entrevista para la revista Elle , Moss –de 38 años– reveló que odia sus senos. Incluso confesó que esta aversión es más intensa hoy que cuando era adolescente. Por ello aseguró que no le gusta posar desnuda para no tener que exhibir sus senos planos.
“Odio mis senos más ahora. Lloré por años", contó la supermodelo, quien también descartó someterse a una cirugía estética por temor a que algo salga mal durante la operación.
Con estas declaraciones, Moss parece echar aún más fuego a la hoguera de sus críticos, quienes la han tachado de anoréxica, drogadicta y alcohólica.
A pesar de las opiniones adversas, el éxito de Moss sigue incólume. Ella percibe recursos anuales por unos diez millones de dólares.