En punto a las 8 p. m. de este 20 de marzo, luego de las presentaciones de las bandas costarricenses Un Rojo y La Milxia, Pulpul, el cantante del grupo español, tomó el micrófono y anunció dos noticias, una buena y una mala.
La mala era que Pipi, el showman de Ska-P que siempre hace estragos en el escenario, y segundas voces, no podía estar presente por un malestar estomacal. La buena era que de todas formas iban a dar el concierto.
Empezaron con un ska instrumental que puso el ambiente a calentar, justo antes de que sonara A la mierda, un himno con el que el estadio se cobijó de gritos y felicidad.
Siempre consecuente con su discurso anticapitalista, Ska-P amenizó entre canciones con discursos sobre la iglesia católica, el racismo, el facismo y hasta sobre Laura Chinchilla,la presidente de Costa Rica.
Hasta el momento, la agrupación ha disparado clásicos de su discografía, como Niño soldado y Crimen sollicitationis, además de canciones de su nuevo disco,como Se acabó.