San Francisco (AFP). Silicon Valley se muestra dividido respecto a quién debería ser el próximo presidente de Estados Unidos.
Políticamente los trabajadores de las compañías de Internet más exitosas, de perfil liberal y seguidores de tendencias (hipsters) se inclinan a coincidir en visiones progresistas referidas al medio ambiente y la igualdad lo que los sitúa en el terreno del saliente presidente Barack Obama.
Pero los ejecutivos responsables de maximizar los beneficios de las compañías pueden mostrar tendencias conservadoras en su forma de pensar, lo que da opciones al aspirante republicano Mitt Romney, según la visión de personas del interior de la industria.
A pesar de la decepción con el "presidente de Internet " durante sus cuatro primeros años en la oficina, la compañías tecnológicas continúan situándose entre los mayores donantes para su campaña de reelección.
Tanto Microsoft como Google se encontraban tan sólo detrás de la Universidad de California en lo alto de la lista de los contribuidores de Obama difundida por el Center for Responsive Politics.
Los principales cinco contribuidores para Romney fueron en cambio instituciones financieras como Goldman Sachs, Bank of America, Morgan Stanley, JP Morgan Chase y Credit Suisse Group.
Sin embargo, la motivación de crecer y el beneficio convierte a Romney en un atractivo candidato en Silicon Valley para algunos ejecutivos e inversores capitalistas.
"No creo que muchos en nuestra industria crean que Obama tenga mucho crédito en negocios", afirmo Dennis Cima, vicepresidente en la asociación comercial de política pública del Silicon Valley Leadership Group (SVLG).
"La mayoría de sus iniciativas nos han costado dinero", continuó. "Romney probablemente tiene más experiencia en los negocios y con lo que hacen que fracasen o triunfen. Si eres un presidente ejecutivo ¿con quién te gustaría hablar sobre tu compañía?".
Mientras que SLVG considera la legislación importante en la industria, evita adherirse a uno u otro candidato, y se posiciona como neutral para trabajar con áquel que entre en las oficinas de la Casa Blanca.
El listado del grupo incluye más de 375 miembros desde titanes tecnológicos como Google, Microsoft o IBM a universidades y bancos.