"Siempre he dicho que el diálogo no está cerrado, que la puerta del diálogo no está cerrada con llave, pero insisto en que necesitamos señales muy claras, que cese el terrorismo", dijo Santos desde Popayán (suroeste), donde saludó a las tropas que participaron en la operación en la que fue muerto Cano.
"Políticamente están derrotados, más del 95% de la población los rechaza, y militarmente también están cada vez más debilitados. Desmovilícense, dejen las armas", dijo el mandatario dirigiéndose a los rebeldes de las Fuerzas Armadas revolucionarias de Colombia (FARC), la guerrilla más antigua de América Latina, con 47 años de lucha armada.
Cano, de 63 años, un exuniversitario de clase media cuyo verdadero nombre era Guillermo León Sáenz, ascendió al mando máximo de FARC en 2008, luego de la muerte por causas naturales de su fundador, Manuel Marulanda "Tirofijo".
Pocos días antes de la investidura del presidente Santos, en agosto de 2010, Cano divulgó un video en el que le llamaba a buscar una salida pacífica al conflicto armado de Colombia, honrando su fama de político dentro de la guerrilla. Pero aparentemente no hubo ningún contacto directo en este tiempo entre la debilitada guerrilla y el gobierno.
Santos consideró que la muerte de Cano es el golpe "más contundente" sufrido por las FARC debido a la importancia que tenÍa "frente al resto del secretariado", la cúpula de siete miembros del grupo.