¿En cuál obra de la arquitectura mundial le hubiera gustado participar?
En la Plaza San Marcos, en Venecia (Italia).
¿Qué considera de mal gusto?
La quejadera.
¿Con quién se fundiría en un abrazo?
Con un artista.
¿Cuál fue su personaje del año 2010?
Doña Laura (Chinchilla, la Presidenta).
Tres adjetivos que la describan a la perfección.
Práctica, emprendedora y exigente.
¿Dónde se siente mejor: recorriendo un ‘mall’ o en uno de los salones del Museo Nacional?
En los dos.
Si estuviera en sus manos dar un consejo sobre la crisis con Nicaragua, ¿cuál sería?
Que no olvidemos nuestros valores.
¿En cuáles circunstancias de su vida pone la primera y la quinta marcha?
La primera marcha, cuando estoy en el momento de tomar decisiones. Y la quinta, cuando estoy ejecutando cosas.
¿Cuándo se derrumba Sandra?
Cuando me traicionan.
¿Cuántas veces ha tenido que reconstruirse como persona?
¡Ay, demasiadas veces!
Si pudiera remodelar al sector público, ¿por dónde empezaría?
Por la mentalidad y la actitud.
Un chineo infaltable después de un duro día de trabajo.
La lectura.
Dos ventajas del cabello corto.
No pierdo tiempo en arreglármelo, y creo que es un buen marco para mi personalidad.
¿Dónde viven sus sueños?
Estoy construyendo eso... en un lugar aislado, donde haya verde y donde pueda estar en paz.
Dos cosas para hacer antes de morir.
Yo creo que todo lo que me propuse para hacer antes de morir ya lo hice. Por eso ahora estoy pensando en un lugar adonde me pueda retirar.
Y dos cosas para ser antes de morir.
¡Pacífica! (lanza una carcajada) y mantener mi alegría.
¿Cómo se imagina la vida en otros planetas?
Nunca me la he imaginado. No es tema.
¿Tiene un ángel de la guarda?
Sí, y trabaja 24 horas.
Una ventaja y una desventaja de ser la jefa.
Es duro, esa es la desventaja. La ventaja es que en mucho puedo tomar mis decisiones y hacerlas una realidad.
¿Cuántos anillos tiene?
Unos diez anillos, tal vez.
¿Qué piensa de la moda de lo reciclado?
¡Me encanta!
¿Lo mejor del verano?
La libertad.
¿Lo más difícil de un vuelo trasatlántico?
Lo claustrofóbico. Nunca lo haría. Yo no soportaría.
¿Tacones o chancletas?
Los dos.
Un aroma para la noche.
El sándalo.
Dos planes para la jubilación.
Retiro a una zona de montaña y viajar.
¿Se vacunará contra la gripe?
No.
¿Cómo recarga energías?
En mi casa, con mis hijos.
¿Cuáles paredes debe derrumbar la sociedad tica?
El derrotismo y la falta de confianza.
¿Ante cuál tipo de persona levanta un muro?
Ante los hipócritas.
Su paliativo antisísmico para los sismos de la vida.
El optimismo.
¿Alopatía u homeopatía?
Las dos.
¿Permitiría su clonación?
Sí.
¿A quién le pondría un chip para controlarlo?
¡A nadie!