Esta es la primera vez que vienen a Costa Rica. ¿Qué los motivó a participar en la muestra?
Venir desde tan lejos a mostrar nuestro trabajo ya era una experiencia increíble. Nuestra motivación era mostrar nuestro trabajo en Latinoamérica, que es bastante difícil para nosotros, pues trabajamos la mayor parte del tiempo en Europa.
Esta es su segunda vez en América Latina (anteriormente ya se habían presentado en Argentina). ¿Qué opinión les merece el desarrollo de las artes circenses de este lado del mundo?
Estamos gratamente impresionados; en Argentina nos encantó y aquí, hasta ahora, hemos trabajado con 15 chicos en un taller. Ellos tienen un nivel increíble, esperamos ver sus propuestas durante la muestra.
Si tuviera que hacer una evaluación global, ¿en qué momento se encuentran las artes circenses?
Pienso que están en un momento de explosión, de fusión con otros lenguajes artísticos como el teatro, la danza contemporánea o las artes digitales. Esta es una gran motivación, pues el circo tradicional busca nuevos lenguajes de expresión.
Sin embargo, ¿no atentarían estas fusiones con la tradición de las artes circenses?
Para mí la enriquecen; estamos en el 2011 y el público ahora es más exigente porque va más el teatro, la danza y otros espectáculos de artes escénicas. Lo importante es que estas artes se fusionen cuando sean verdaderamente necesario, sin abusar porque no se trata de decir: “vamos a hacer un espectáculo con proyecciones porque es lo que está de moda”.
“Por ejemplo, la danza vertical es una muestra de esas fusiones porque combina danza, la escalada, arquitectura y acrobacias”.
¿Obligará esto a los artistas a formalizar su educación?
Yo creo que es necesario ir a una escuela de circo, porque el circo no es solo una habilidad, sino que lo enriquece aprender de otras artes como la danza y el teatro.