La Editorial de la Universidad Estatal a Distancia ha publicado con acierto un hermoso libro titulado Rafael Obregón Loría, que forma parte de la fructífera colección ¿Quién fue y qué hizo? , que inició mucho tiempo atrás el entonces Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes y que la EUNED retomó hace algunos años.
Este libro, elaborado por Rafael Ángel Méndez y Silvia Elena Molina, viene a satisfacer una imperiosa necesidad literaria y patriótica: conocer la vida y la obra del historiador Rafael Obregón Loría.
Resulta casi irónico, por no decir injusto, que precisamente sobre un autor de tanta envergadura, quien escribió en primer lugar sobre importantes episodios de nuestra historia –en particular sobre los hechos militares y heroicos de la Campaña Nacional de 1856 y años subsiguientes–, no hubiera un reconocimiento escrito, sino hasta ahora, siendo así que don Rafael falleció en el año 2000 a los 89 años.
Es un caso que llama la atención que solamente hoy, gracias al esfuerzo de los autores Méndez y Molina, puede contarse con un estudio exhaustivo de la faceta de articulista de Rafael Obregón, pese a que no pocos de los historiadores actuales fueron sus alumnos en la Universidad de Costa Rica y tienen acceso –como lo tenemos nosotros– a las numerosas obras que publicó y a la historiografía que elaboró.
El libro incluye la primicia de comprender, en un solo volumen, una serie de artículos que Obregón publicó en Brecha , la revista que durante varios años editó su primo Arturo Echeverría Loría.
Otros escritos aparecieron en La Nación , Contrapunto y diversos medios de prensa.
Además, la obra incluye un análisis sobre la segunda vertiente que Rafael Obregón profundizó: el nacimiento y el desarrollo de la masonería en Costa Rica, a lo cual puedo referirme por ser afiliada a esta doctrina, en su rama mixta o Comasonería.
Con respecto a la masonería, la tesis de Obregón es que esta, por sustentar los principios de igualdad, libertad y fraternidad, desempeñó una importante función en la formación del Estado liberal. Enfatizó así los valores propios de la democracia y sostuvo, por varias décadas del siglo XX, la necesidad del Estado laico.
Como masón, don Rafael perteneció –igual que el humanista don Roberto Brenes Mesén– a la Logia Regeneración. Fue un masón convencido y fiel observante de las reglas tradicionales ( land marks ) de la masonería, según el Rito Escocés Antiguo y Aceptado. También, como lo hizo con gran mérito en otros campos, Rafael Obregón investigó y escribió sobre el desarrollo original de la Masonería en Costa Rica.
Despunta la referencia sobre el sacerdote Francisco Calvo (Ganganelli) y figuras públicas tan relevantes como las del doctor José María Castro Madriz, don Eusebio Figueroa y don Rafael Nicolás Gallegos, quienes, además de ser masones, ejercieron una función destacada en el desarrollo de la Costa Rica del siglo XIX.
Cabe mencionar que el doctor Castro Madriz fue el fundador, en 1843, de la Universidad de Santo Tomás. Este es un tercer campo que Obregón abarcó en sus investigaciones: el de los rectores de la Universidad de Santo Tomás, obra pionera dentro de la historiografía universitaria costarricense.
Su trayectoria como profesor universitario lo perfiló como un educador eminente (hijo de don Miguel Obregón Lizano, el insigne colaborador de la Reforma Educativa de don Mauro Fernández).
Sus lecciones fueron muy gustadas por los estudiantes, por su vasto conocimiento y especialmente por la forma amena con que lo expresaba.
Es meritorio el trabajo de los autores Méndez y Molina porque se debe recordar que “honrar honra” y porque esta recopilación satisface plenamente los objetivos de la serie ¿Quién fue y qué hizo? que la Editorial de la Universidad Estatal a Distancia desarrolla con tan elocuentes frutos.
La autora fue ministra de Educación y recibió el Premio Magón en el 2007.