El aumento de proyectos inmobiliarios a lo largo del Pacífico de Costa Rica acecha la biodiversidad nacional y comienza a empañar también la imagen de turismo ecológico que promueve el país.
Así lo advirtió ayer un reporte elaborado por un equipo internacional de científicos, con el respaldo del Center For Responsible Travel (CREST), organización no gubernamental con sede en la Universidad de Stanford, EE. UU.
Según el estudio, publicado en www.responsibletravel.org , la proliferación de hoteles y urbanizaciones de grandes dimensiones en toda la línea de la costa está ocurriendo de forma desordenada.
Ello, concluyen los expertos, sentencia a las áreas vecinas a sufrir deslizamientos, contaminación y deterioro de los ecosistemas (manglares, arrecifes y bosques), así como a la carencia de agua.
Si bien la mayor explosión de infraestructura turística ha ocurrido en Guanacaste, cada vez este fenómeno se hace “más voraz” en el Pacífico sur. Eso pone en especial peligro a la península de Osa, sitio que alberga el 2,5% de la biodiversidad del orbe, dice el informe. El reporte agrega que existen más de 35 instituciones en el Pacífico que podrían fiscalizar el otorgamiento de permisos inmobiliarios, pero actuán con poca coordinación.