El análisis y la encuesta practicada a 410 directores de pymes de las economías del G7 (Alemania, Canadá, EE. UU., Francia, Italia, Japón y Reino Unido) y de cinco países emergentes como Brasil, Rusia, India, China y México establece que las empresas que participan en mercados internacionales tienen el doble de probabilidades de éxito frente aquellas que solo operan en su mercado local.
Entre los beneficios claves de este enfoque internacional, se mencionan el acceso al know-how y la tecnología del mercado al que incursionan, así como la diversificación de sus productos y servicios, además del inminente incremento de las ventas.
Dos buenos ejemplos son Brasil y México, ambas naciones tienen porcentajes muy altos de empresas con activa participación en la aldea global. El país suramericano llega hasta un 95%, mientras que los aztecas, a 77%. De esta manera, superan a países europeos y desarrollados como Italia, que tiene 74%, y Alemania con 68%.
Ken Allen, director general de DHL Express, considera que esta competencia internacional es muy beneficiosa porque obliga a las pymes a mejorar sus operaciones y procesos. “Beneficia sus negocios, tanto en su mercado doméstico como en el extranjero”, advierte.
Otro hallazgo: las pymes de países emergentes superan en términos de internacionalización a las del primer mundo.