A los costarricenses nos encanta el arroz. El 22% de las calorías que consumimos provienen de este sabroso grano que es la base de nuestro gallo pinto y el acompañamiento básico en todas nuestras comidas.
Cada tico consume, en promedio, 57 kilos de arroz por año y la gran mayoría de ellos pertenecen a arroz blanco, granos que han pasado por un proceso de blanqueamiento en el que se les quita la cubierta externa, el pericarpio.
Sin saberlo, en ese proceso de blanqueamiento estamos dejando ir un valioso aporte nutritivo del grano: su habilidad de contribuir a la prevención de la enfermedad cardiovascular. Varios estudios han demostrado que el consumo en exceso de arroz blanco puede contribuir al desarrollo de diabetes tipo II, mientras que el consumo de arroz integral disminuye el riesgo de desarrollar esa enfermedad y el de padecer males cardiovasculares.
¿Qué contiene el arroz integral que lo transforma en protector del corazón? Un equipo de investigadores japoneses y estadounidenses se dio a la tarea de averiguarlo.
Según sus hallazgos, dados a conocer en la revista American Journal of Hypertension , dentro de la cubierta externa del grano de arroz hay compuestos que tienen un efecto sobre una hormona llamada angiotensina II, que juega un papel importante en la enfermedad cardiovascular al elevar la presión arterial a través de su habilidad de hacer que las células dentro de las arterias crezcan.
Con cultivos celulares en el laboratorio, el equipo, liderado por Satoru Eguchi de la Universidad Temple, en Pensilvania, EE. UU., analizó varias sustancias extraídas de la cascarilla del arroz y pudo demostrar que solo una de ellas, el acetato de etilo, posee la habilidad de inhibir la presencia de la hormona angiotensina II.
El hallazgo abre la puerta al desarrollo de nuevos fármacos contra la hipertensión, pero también señala que un cambio en la dieta, al sustituir el arroz blanco por el integral, puede tener un efecto positivo en la salud del corazón.
Si el sabor del arroz integral no es de su agrado o se le dificulta cocinarlo, en Japón ya desarrollaron una nueva forma de blanqueamiento del grano que no le extrae al arroz su poder protector del corazón. El producto se llama Kinmemai y fue usado por Eguchi en su estudio.
Quizás en un futuro cercano podamos tener en nuestra mesa arroz blanco que no pierde su habilidad protectora del corazón.