A pesar de que la gran mayoría de los profesores de Costa Rica sabe utilizar una computadora y navegar por Internet, son muy pocos los que incluyen las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) directamente como parte del proceso educativo de sus estudiantes.
Esta es una de las principales conclusiones del estudio Brecha digital en la educación secundaria: el caso de los profesores costarricenses. La investigación fue realizada por el Programa de la Sociedad de la Información y el Conocimiento (Prosic), de la Universidad de Costa Rica.
El documento describe un panorama en que el 94,1% de los profesores tienen acceso a computadoras y las saben usar, pero solo el 23,6% da a sus alumnos la oportunidad de presentar sus tareas mediante el correo electrónico y el 44,5% de los docentes siente que lleva mejor el control cuando recibe los trabajos en papel.
“Parece que hay una actitud un tanto conservadora de parte de algunos profesores, pero también hay falta de contenidos, de aplicaciones para utilizar administrativamente”, comentó Juan Manuel Villasuso, director del Prosic.
No obstante, la poca utilización de las TIC por parte de los profesores parece deberse más a una falta de conocimiento que a un desinterés. Por ejemplo, cuando se preguntó a los docentes que no tenían un blog el porqué de esta situación, el 65,1% respondió que era por falta de conocimiento para elaborarlo y solo el 29,8% consideró que no le parecía importante.
De acuerdo con el estudio, los profesores ticos están interesados en capacitarse para utilizar mejor las TIC. Al 83% le gustaría aprender a elaborar con ellas material didáctico, el 78,7% querría refrescar sus conocimientos en computación e Internet y el 74,1% cree conveniente aprender a elaborar bases de datos, por ejemplo.
Según el estudio, en el país se han desarrollado varios programas para capacitar a educadores en el uso de las TIC desde hace décadas, y 60% del profesorado ha tenido algún tipo de capacitación “para apropiarse y participar del cambio del paradigma pedagógico”.
“Da la impresión de que los cursos que han llevado son de cómo encender y apagar las computadoras, de cómo enviar correos electrónicos y usar los programas de ofimática, pero existe falta de conocimiento en aplicaciones que se puedan utilizar para una mejor interacción de profesores con alumnos, por ejemplo con redes sociales”, señaló Villasuso.
“Existen muchos programas para la enseñanza de las matemáticas, que podrían implementarse. Los jóvenes usan mucho las TIC como elementos lúdicos; así, el uso de estas en la enseñanza de las matemáticas podría ser un elemento que contribuya a disminuir las barreras para el aprendizaje de esta materia”, dijo, por su parte, la investigadora del Prosic, Vivianne Álvarez.
No obstante, los profesores de Matemática también están entre los que más expresan reticencia (el 15,7%) a la incorporación de las TIC en sus clases.