Los príncipes de Mónaco, que se casaron hace una semana y media, estuvieron la semana pasada en Sudáfrica, país de origen de la princesa Charlene, en lo que fue considerado su primer viaje oficial como “marido y mujer”, pero al mismo tiempo, su luna de miel.
En una noticia publicada ayer en el periódico sudafricano City Press , se informó de que, durante su estadía en esa nación, ella pasó las noches en una habitación ubicada a 16 kilómetros del hotel donde se hospedó su marido.
Según la publicación, uno de los objetivos de la visita de los príncipes a Sudáfrica era participar de una recepción ofrecida por amigos de la cónyuge que no pudieron asistir a la boda.
La actividad se realizó en el ostentoso hotel Oyster Box, ubicado en la ciudad de Durban. Inicialmente, y de manera oficial, la información indicaba que el matrimonio se hospedaría en la exclusiva suite presidencial de ese sitio.
Sin embargo, el vocero del hotel, Joanne Hayes, explicó que Charlene se hospedaba en la suite Buthelezi, detalló el artículo.
Por su parte, el príncipe Alberto II permaneció en el hotel Hilton, localizado también en Durban, pero a 16 kilómetros del Oyster Box.