Pese a la fuerte reducción en la sanción por no declarar el impuesto solidario, que grava las casas que valen ¢106 millones o más, pocos contribuyentes se han acercado a pagar este tributo.
Entre el 31 de agosto pasado (cuando entró a regir la ley que bajó la sanción a los deudores) y el 30 de setiembre, solo pagaron 18 contribuyentes, por un total de ¢15.660.956, informó la Dirección General de Tributación.
Antes de la nueva ley la sanción por incumplir con la declaración de ese impuesto era de 10 veces el monto no declarado. Y por presentarla en forma inexacta, se le cobraba cinco veces el monto no cancelado.
Con la nueva ley, denominada Reformas para Fortalecer la Administración Tributaria, ambas multas bajaron a un 25% del monto no declarado o no cancelado, si el contribuyente voluntariamente se presenta a pagar; o 75% si hay una actitud dolosa.
Por ejemplo, una casa que vale ¢250 millones debe pagar ¢625.000 al año de este tributo, pero si el dueño no declaró, antes enfrentaba una multa de 10 veces el monto dejado de pagar; es decir, ¢6.250.000. Con la nueva ley la sanción baja a ¢156.250, si el pago es voluntario.
Consultado sobre las razones de la escasa declaración, el director general de Tributación, Francisco Villalobos respondió: “El motivo se debe a que el cobro del impuesto se efectúa en los primeros 15 días del año, es de esperar que la mayoría pague hasta el vencimiento oficial, el próximo año”.
En el período fiscal 2011 hay registrados 3.492 contribuyentes de este tributo, menos que en el 2010, cuando había 3.789.
Villalobos explicó que como el monto exento aumentó de ¢100 millones a ¢106 millones, algunos dejaron de pagarlo.
Entre el 1.° de diciembre del 2010 y el 30 de setiembre del 2011, la recaudación asciende a unos ¢2.603 millones.