Si en Costa Rica nos vamos a lanzar a la aventura del petróleo, debemos hacerlo bien desde un principio. El más sano ejemplo de buen manejo en la explotación de petróleo y el modelo a seguir por excelencia es el de Noruega.
Hace tan solo 40 años, descubrieron petróleo en alta mar y hoy en día es el segundo país más rico del mundo según el rango de su PIB, se ubica como el tercer exportador más grande de petróleo después de Rusia y Arabia Saudita, sus 4,9 millones de ciudadanos disfrutan de la mejor calidad de vida del mundo, tienen un ingreso per cápita de $59.000, es el país de Europa con menor inflación y desempleo, y las Naciones Unidas lo ubica como el mejor lugar del mundo para vivir.
La fórmula que idearon los noruegos es bastante sencilla. El control y la regulación de la extracción petrolera está a cargo de la empresa estatal StatOil y han establecido políticas rigurosas para las compañías petroleras sobre cumplimiento de los niveles de calidad y de cuidado del medio ambiente.
Si se presenta algún conflicto con alguna compañía extranjera, este se resuelve en Noruega y no en Estados Unidos, Francia ni en ningún otro lugar. Cabe mencionar que están fuera y no pertenecen a la OPEP.
Eficiencia y visión ambiental. La eficiencia y disciplina de los noruegos se manifiesta sobre todo en las compañías petroleras nacionales como Petoro, Gassco y StatOilHydro. Por ejemplo, StatOilHydro es la decimatercera en el mundo por nivel de ventas anuales, $66.000 millones, y emplea 29.500 trabajadores, mientras que Pemex ocupa el décimo lugar en ventas que rondan los $105.000 millones y ocupa 142.000 empleados.
Tanto el gGobierno de Noruega como la empresa StatOil tienen una visión ambiental y un proyecto de energía renovable de primer orden. Antes del año 2030 se comprometen a ser un país neutral en emisiones de carbono, ya están suministrando hidrógeno para autos en la red de gasolineras, planean erigir el más grande corredor de instalaciones eólicas del mundo en la costa occidental del país, y han creado conciencia en la población de que los combustibles deben usarse racionalmente.
Los noruegos pagan $9,3 por galón de gasolina, en el tanto que los estadounidenses pagan $4 por galón y los venezolanos pagan la ridiculez de 8 centavos de dólar. El costo para el Gobierno venezolano de tan absurdo subsidio asciende a $21.000 millones anuales, suma que se deja de invertir para el desarrollo del país.
El ojo previsor de los noruegos los ha llevado a realizar que el petróleo algún día va a escasear y se les puede acabar, por lo que crearon un fondo de ahorro en el cual se guarda el superávit presupuestario impulsado por el petróleo y del cual únicamente los intereses (4%) pueden ser utilizados por el Estado para desarrollo social del país.
Dicho fondo asciende ya a la astronómica suma de $570.000 millones, lo que representa más de $100.000 de ahorro por cada habitante. Tan solo durante el año 2010 el fondo recibió $34.000 millones por parte del Estado.
Fórmula exitosa. Con la fórmula exitosa de disciplina y buen manejo seguida por los noruegos han logrado escapar de la “maldición del petróleo” y han alcanzado el pleno desarrollo tanto económica como socialmente, cosa que ningún Estado petrolero ha logrado hasta el momento.
La factura anual que paga Costa Rica por petróleo oscila entre $1.500 y $2.000 millones. Según los datos de un reportaje de Fred Blaser en el periódico La República del 11-7-11, si en Costa Rica se encuentra un yacimiento pequeño de 5 millones de barriles anuales, se generaría una ganancia de $535 millones anuales, de los cuales, siguiendo el estándar de la industria, $358 millones le tocarían al Estado costarricense suponiendo que este se asocie con una empresa petrolera extranjera.
En el caso de que los yacimientos encontrados fueran más grandes, las ganancias lógicamente serían mayores. Si el proyecto es manejado correctamente, los riesgos de causar daño ambiental son bajos, máxime que CR está solo considerando la extracción en tierra y no en alta mar.
¿Sentaría bien ese dinero para el desarrollo y las finanzas del país? Por supuesto, siempre y cuando el negocio del petróleo fuera administrado con visión de futuro, bajo un esquema idéntico en lo posible al modelo noruego y asesorándose bien con ellos. El Estado costarricense podría disponer de ingresos frescos para impulsar proyectos de energía renovable, hidroeléctricos, tranvías, trenes, puertos, aeropuertos, carreteras.
No le cerremos las puertas de buenas a primeras a la búsqueda y explotación petrolera, es importante saber con certeza qué tenemos y cuánto representa. No nos dejemos llevar por ideas preconcebidas de grupos que por razones inconcebibles se empeñan en que Costa Rica siga sumida en la pobreza y no permiten que se tome el rumbo del desarrollo y la producción de riqueza.