El monto más bajo para un jubilado pasa de ¢115.249 a ¢118.399.
La pensión máxima sin postergación (que la persona se jubila cuando le corresponde) pasa de ¢1.358.132 a ¢1.395.245; es decir, un aumento de ¢37.113.
La pensión con postergación (el cotizante aplaza su retiro) pasa de ¢1.921.755 a ¢1.974.271 (¢52.515 de aumento).
En un comunicado emitido por la Caja, José Luis Martínez, gerente de Pensiones, indica que el aumento procura mantener el valor adquisitivo de las jubilaciones del IVM.
El aumento aplica para 176.000 beneficiarios de las pensiones del IVM, para el cual cotizan más de un millón de trabajadores.
El aumento rige desde julio y se hará efectivo y retroactivo en agosto.