El dinero de la deuda política no alcanzará a los partidos políticos para pagar casi ¢3.800 millones a los financistas de la última campaña electoral.
Al menos 1.600 acreedores dejarán de recibir los recursos que aportaron a seis agrupaciones mediante la adquisición de bonos de deuda electoral, o se les devolverá un monto hasta un 65% inferior.
Así se desprende de una comparación del dinero que cada partido captó con la emisión de bonos, frente a la cantidad de recursos a la que estos tienen derecho según el número de votos obtenidos.
En total, ocho partidos colocaron bonos por ¢20.890 millones, pero tienen derecho a recibir ¢17.117 millones.
El partido con menor posibilidad de pagar a sus acreedores es Unidad Social Cristiana (PUSC), con solo un 35% de capacidad. Esta agrupación colocó ¢3.000 millones y solo puede acceder a ¢1.053 millones de la deuda política.
Le siguen Renovación Costarricense (podría pagar el 50%); Restauración Nacional (68%); PAC (89%); PLN (91,5%) y Movimiento Libertario (94%). En cambio, el PASE y el Frente Amplio no tendrían problemas.
Sin embargo, la situación podría empeorar para algunos partidos si, al final de cuentas, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) les reconoce un monto inferior al que tienen derecho porque sus gastos no fueron consecuentes o no cumplen los requisitos.
Por ejemplo, un informe preliminar solo reconoce ¢31 millones a Renovación Costarricense, de los ¢400 millones a los que tiene derecho. Este caso está en apelación.
El Departamento de Financiamiento a Partidos Políticos estima que se pagará al menos el 75% de la deuda política.
Los bonos son usados de dos formas. En una de ellas, el interesado aporta dinero en efectivo y, a cambio, el partido le otorga un bono, el cual puede reclamar cuando el TSE liquida la deuda.
En otra, el partido paga servicios a proveedores con bonos, por ejemplo, la pauta publicitaria.
Estos certificados generan una expectativa de pago, la cual depende de la cantidad de votos del partido y de su revisión de gastos. Los partidos pueden hacer varias emisiones de bonos y las primeras tienen prioridad de pago.
Jorge Wálter Bolaños, Maynor Sterling y Ronaldo Alfaro, tesoreros del PLN, PAC y Movimiento Libertario, estimaron que podrán pagar a sus acreedores descubiertos cuando los bancos les liberen bonos tipo A (de alta prioridad) que depositaron en garantía para adquirir préstamos.
Por su parte, Johnny Leiva y Mónica Catalán, tesoreros del PUSC y de Restauración, comentaron que sus acreedores siempre supieron que los bonos eran expectativas de pago que conllevaban un riesgo.
Jimmy Soto, de Renovación, agregó que si les reconocen la deuda política completa, sus bonos equivaldrían al 50% del valor.