Los principales partidos políticos están de acuerdo con recortar la deuda política, pero ponen sus condiciones.
Fabio Molina, jefe de fracción del Partido Liberación Nacional (PLN), manifestó: “Lo que estamos seguros es que debe ser máximo un 0,11% (en lugar del 0,19% del PIB).
No obstante, el liberacionista abogó porque el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) no ponga “tantísima objeción” para girar los recursos.
En su criterio, hay exceso de fiscalización. Para él, la política es muy dinámica porque obliga a gastar mucho en cuestión de dos o tres meses. “Si nos ponemos con criterios de auditor, desconocemos que la política es creatividad”, adujo.
Al contrario, Luis Fishman, jefe de fracción del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), consideró que la situación económica del país impone un mayor sacrificio a las agrupaciones políticas.
Fishman, en ese sentido, abogó por restringir lo que él considera gastos innecesarios, como la millonaria inversión en transporte de votantes.
El socialcristiano también pidió ponerle un límite a los espacios en televisión.
Mientras tanto, la diputada Jeannette Ruiz, del Partido Acción Ciudadana (PAC), estimó que hay ambiente favorable para hacer el recorte.
“No se ven grandes cuestionamientos al tema. Aquí hay diputados que se han acercado y dicen que prefieren el 0,11%, incluso hubo partidos que no lograron justificar gastos”, manifestó Ruiz.
En el Movimiento Libertario, la legisladora Marielos Alfaro dijo que su partido apoya el recorte debido a la situación fiscal del país, siempre que el ajuste no perjudique el financiamiento de la elección de alcaldes del 2016.