Más de 1.800 personas hicieron trabajo voluntario en las áreas protegidas de Costa Rica durante este 2010, reportó Luis Matarrita, director de la Asociación Voluntarios de Áreas Protegidas (Asvo), una de las organizaciones más grandes y antiguas y que coordina el voluntariado aquí desde 1989.
Según los expertos, la colaboración voluntaria de este año se dio especialmente en zonas con playa y bosque, como los parques Santa Rosa, Palo Verde, Barra Honda, Corcovado y los volcanes Irazú y Turrialba; así como en sitios de desove de tortugas marinas.
El 55% de los colaboradores fueron nacionales y el restante 45% fueron extranjeros. El 70% de los voluntarios fueron mujeres.
En todos los casos, el reclutamiento es sencillo. Las personas solo tienen que acceder a un formulario y presentar dos fotografías tamaño pasaporte, fotocopia de la cédula de identidad y hoja de delincuencia. Se puede acceder a giras organizadas u ofrecer ayuda bajo sus propias posibilidades.
Las organizaciones acreditadas para tramitar la colaboración son Asvo, la Asociación Conservacionista, el Programa para la Conservación de las Tortugas Marinas del Caribe Sur, Raleigh Internacional, Voluntarios y Proyectos, Hospedaje Casa Escazú, Tropical Adventures, Reto Juvenil y el Programa de Voluntariado de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Asovo, por ejemplo, realizará un reclutamiento el 13 de febrero en el Centro Cultural Costarricense Norteamericano, en Barrio Dent, en San José.
“En Asovo realizamos trabajos en pro de la conservación de manera conjunta con las autoridades correspondientes, como guardaparques de 30 áreas diferentes del país”, dijo Matarrita.
Dentro del programa que ofrece esta ONG, se encuentran brigadas de protección de incendios forestales y de investigación.
Además, se combate la tala ilegal, el saqueo de huevos de tortugas en diferentes playas y la extracción de plantas silvestres y fauna.
También se participa del control de incendios forestales “que en muchas ocasiones están ligados con la cacería deportiva, principalmente en la provincia de Guanacaste”, explicó Matarrita.
“Tengo 7 años de ser voluntaria y la experiencia es más que gratificante. En el aspecto cultural es muy enriquecedor por que se conocen lugares que uno no se imagina que existen”, dijo Evelyn Solano, voluntaria y vecina de Pavas, San José.
Algunos grupos están diseñados para personas que estudian o trabajan, por lo cual pueden capacitarse y prestar su servicio voluntario durante fines de semana.