Un aumento en el pago de intereses, como resultado del incremento de la deuda y las tasas de interés, será el inflador que hará crecer el déficit fiscal del 2013, hasta el equivalente a un 4,9% del producto interno bruto (PIB).
Édgar Ayales, ministro de Hacienda, presentó ayer su pronóstico de los resultados fiscales del próximo año, que incluye un aumento en la recaudación, pero también un incremento en la ejecución de programas de inversión, gasto corriente asociado con las elecciones del 2014 y el pago de más intereses.
“Continuaremos la lucha constante contra la evasión fiscal, el fraude y el contrabando. Además, esperamos que se apruebe en los próximos meses el proyecto de ley para la regulación de los precios de transferencia y subcapitalización”, dijo el ministro.
En cuanto al control del gasto, Hacienda tratará de impulsar una política económica austera.
Déficit del 2012. El déficit fiscal del 2012 cerró en ¢1 billón (millón de millones), el equivalente a un 4,4% del PIB.
Esta cifra resultó superior al 4,1% del 2011, pero inferior al 4,8% proyectado tras el fracaso del proyecto de reforma tributaria.
Según Ayales, el financiamiento de este déficit se hizo en dos terceras partes con endeudamiento interno y una tercera parte con deuda externa.
En el lado de los ingresos creció a buen ritmo la recaudación del impuesto de la renta a personas físicas, el impuesto sobre las ventas, el impuesto selectivo de consumo y el rubro de “otros impuestos”, donde sobresalió la recaudación de los tributos a los combustibles y al tabaco.
Los gastos, por su parte, mostraron una importante recuperación en cuanto a su tasa de crecimiento. Este comportamiento estuvo impulsado por la evolución de las transferencias de capital, dentro de las cuales destacan programas de rehabilitación de la infraestructura vial y a las juntas de administración y educación.