En Costa Rica hemos logrado importantes avances y somos referente en el mundo en término de empoderamiento femenino (ej. presidencia y representación parlamentaria), pero las mujeres enfrentamos aún importantes desafíos.
Convencida de que García Márquez tenía razón cuando vaticinó en los albores del 2000 que “el siglo XXI sería el siglo de las mujeres”, pero convencida de que hay que trabajar para lograrlo, hoy quiero compartir pinceladas de mi experiencia en ALAS, un viaje que nació a partir del sueño de 10 mujeres.
En el 2008 decidimos fundar una asociación cuyo objetivo sería el acompañar y apoyar a las mujeres en su trabajo fuera del hogar, para hacerles más ligera y efectiva su ruta de ascenso, crecimiento personal, profesional y empresarial. Escogimos el nombre ALAS por su emblemática simbología.
Nuestra visión, generar una acción articulada desde y entre mujeres, para allanar el camino para que un mayor número de ellas accedan a puestos de alta dirección en las empresas y organizaciones no gubernamentales, o propiciar más emprendimientos empresariales exitosos liderados por mujeres.
Nuestro deseo: sacar el máximo provecho del talento nacional, que en Costa Rica tiene rostro de mujer, pues son ellas las que tienen un mejor desempeño en su paso por colegios y universidades, pero que ven cercenadas sus capacidades de contribución al tener que luchar contra recurrentes prácticas de discriminación.
Combatimos también la injustificable brecha salarial que paradójicamente aún persiste por razón de género, en donde las mujeres continúan recibiendo como promedio un menor salario que sus pares varones por similar labor.
En ALAS nos propusimos generar un espacio en el que las mujeres de una manera práctica, positiva y proactiva trabajemos juntas por el empoderamiento propio y de otras mujeres. Hoy somos una red que supera las 30.000 integrantes.
Como grupo hemos descubierto el maravilloso camino de la solidaridad, de la increíble experiencia que mujeres tan diversas compartan y vuelen juntas a partir de las experiencias de unas y otras.
La participación en la red nos lleva a la convicción de que, aunque hayamos tomado caminos diferentes, son muchos más los puntos que nos acercan y fortalecen, y que también nos podemos enriquecer a partir de una diversidad de ideas y puntos de vista.
En la semana del Día Internacional de las Mujeres, quiero agradecer a nuestras queridas ALAS y ALITAS, y a quienes nos han acompañado y creído en este hermoso proyecto que pone un grano de arena en la construcción de una sociedad más equitativa.