El Cairo. AFP y EFE. La oposición egipcia puso ayer condiciones difíciles de cumplir para participar en el controvertido referendo del sábado, impulsado por el presidente Mohamed Mursi.
El Frente de Salvación Nacional (FSN), principal coalición de la oposición egipcia, exigió que durante la votación haya un juez delante de cada urna, que se garantice la seguridad dentro y fuera de las oficinas electorales, y que se supervise nacional e internacionalmente el escrutinio.
Además, solicitó que el referendo se realice en un solo día e instó a votar en contra del proyecto de Ley Fundamental.
Poco antes, la comisión electoral había decidido que la consulta se llevaría a cabo en dos días, el sábado 15 de diciembre y el sábado 22 del mismo mes.
Por otra parte, los ciudadanos que viven en el extranjero comenzaron a votar ayer en 150 representaciones diplomáticas egipcias, indicó la televisión. El voto en el extranjero, que concierne a 586.000 egipcios, se llevará a cabo durante cuatro días.
Dichas medidas dificultarían el cumplimiento de las peticiones de la oposición.
Posponen diálogo. Por su parte, el Ejército postergó su invitación a una reunión ayer de diálogo entre adversarios y partidarios del presidente Mohamed Mursi para intentar superar la actual crisis política.
A ese encuentro habían anunciado su asistencia los dirigentes del FSN y de otras formaciones opositoras, pero su cancelación de última hora –tan precipitada como la convocatoria el martes– elimina una de los últimos esfuerzos para acercar posiciones en un país polarizado en extremo.
El portavoz de las Fuerzas Armadas, Mohamed al-Askar, apuntó que la invitación a la reunión “no ha tenido la reacción esperada”, por lo que se retrasó.
El referendo sobre la nueva Constitución dividió profundamente al país y provocó numerosas manifestaciones de partidarios y adversarios del presidente islamista Mursi.