Si bien es cierto que el estadounidense Michael W. Smith era el principal atractivo del show que se realizó este sábado, también hay que hacer justicia al asegurar que los teloneros se lucieron sobre el escenario.
En esta ocasión, la apertura del concierto no recayó en un solo artista. Más bien fueron 11 músicos –entre violinistas, pianistas y cantantes–, quienes se unieron para crear un espectáculo acústico lleno de sentimiento.
Pasadas las 6:30 p. m. salieron a escena los intérpretes José Cañas y Hans Wust, miembro del grupo de música cristiana Crossover, para entonar la canción Dulcemente quebrantado .
Este tema, originario del pastor estadounidense Jeremy Riddle, despertó tanta emoción en el público, que la mayoría de los asistentes se puso de pie y, con la mirada hacia el cielo, pronunció frases de alabanza.
Mientras tanto, en el escenario, brillaban con luz propia tres jóvenes talentos de la música, quienes no pasaron inadvertidos.
Se trataba del pianista Virgilio Castillo y de los violinistas de orquesta clásica José Andrés Valerio y Rebeca Medrano, quienes acompañaron con sus instrumentos a los cantantes nacionales durante toda la presentación.
Después, le llegó el turno al grupo nacional de gospel Masterkey
Los aplausos no tardaron en aparecer cuando los cinco integrantes aparecieron en escena.
Los músicos hicieron gala de su privilegiada voz al interpretar, junto con el cantante José Cañas, el tema Calvario . El momento cumbre de su presentación llegó cuando entonaron Cantando Victoria y Vengo a Adorarte .
Al finalizar su actuación, todos los músicos buscaron un asiento en la sección VIP para presenciar el tan esperado show de Smith.