La obra, hasta ahora propiedad de unos coleccionistas españoles, llegó al taller del museo para ser restaurada sin que se conociera su autoría. Pero en los trabajos de limpieza los expertos comprobaron que era un auténtico Brueghel.
Según el periódico, el Ministerio de Cultura español ya inició el proceso de adquisición del cuadro, por un precio que podría alcanzar los siete millones de euros (unos nueve millones de dólares), si bien su valor en el mercado podría rondar los 25 millones de euros.
La obra del maestro de Breda es dispersa y escasa -se conservan en todo el mundo alrededor de 45 piezas entre pinturas y grabados-, por lo que el hallazgo es considerado una auténtica sensación en el mundo del arte.