Las Fiestas de Palmares que concluyen mañana se realizaron de manera ilegal.
La Municipalidad de Palmares permitió desarrollar los festejos en ese cantón, pese a que la Procuraduría y la Contraloría General de la República vedaron la posibilidad de otorgar permisos de organización a instituciones privadas o no gubernamentales, como la Asociación Cívica Palmareña (ACP).
Se intentó conversar con Rodolfo Fernández, presidente del Concejo, pero no contestó cinco llamadas hechas a su celular.
El presidente de la ACP, Jorge Isaac Vargas, fue enfático en que las Fiestas de Palmares no son un festejo popular sino un evento masivo, regulado por el Ministerio de Salud.
Sin embargo la Contraloría aclaró en la resolución DFOE-SM-1590, de diciembre pasado, que estas fiestas están sujetas a la Ley 4286 de Nombramiento de Comisiones de Festejos Populares.
Vargas argumentó que esa ley se presta para diversas interpretaciones pues, consideró, es muy vieja y fue creada para los Festejos Populares de San José.
Además, recordó que fue la ACP la creadora de los festejos palmareños hace 25 años.
“Esa ley dice que la Municipalidad por iniciativa del Concejo no puede delegar a una asociación las fiestas populares, administrando fondos públicos, pero nosotros administramos fondos privados”, aseguró el presidente.
Arguedas sostiene que ella hizo llegar las comunicaciones tanto al Concejo como al Alcalde.
Por su parte la Contraloría envió un segundo documento, también en diciembre pasado, al presidente del Concejo, Rodolfo Fernández, donde advirtió a los regidores que debían atender lo dictado por la Procuraduría en agosto.
Estos dictámenes constituyen jurisprudencia administrativa y son de acatamiento obligatorio para la Administración Pública.
Los pronunciamientos se basan en la Ley 4286 y en el principio de legalidad, que establece que las instituciones públicas tienen prohibido realizar cualquier acto que no esté expresamente permitido en la ley.
Esta Asociación asigna al menos un 60% de sus ganancias netas a acción social. El año pasado el Gobierno local, la seguridad comunitaria, el arte, la cultura y la educación fueron los más beneficiados con estos festejos.
El restante 40% es utilizado es gastos administrativos como mantenimiento del campo ferial, pago de hipotecas por la adquisición de terrenos y de planillas.
Algunos vecinos consultados aseguran que los beneficios que traen los festejos a la comunidad son menores que sus perjuicios, mientras que otros le atribuyen varias obras importantes como el mantenimiento de asilos y hogares para niños en abandono.