Concretada la renuncia a su ciudadanía estadounidense, la exministra de Comercio Exterior Muni Figueres asumirá en próximas semanas el cargo de embajadora de Costa Rica en Washington.
Figueres se quedará viviendo en la ciudad donde radica desde hace más de 20 años, pero ahora en su calidad de representante del país que su papá, José Figueres Ferrer, presidió en tres ocasiones, y su hermano José María, en una.
La presidenta, Laura Chinchilla, presentó ayer a la exministra y le atribuyó un “gran desprendimiento” al haber renunciado a la nacionalidad que tenía desde su nacimiento, hace 65 años, pues su madre, Henrietta Boggs, la inscribió desde un principio en la embajada estadounidense.
Boggs, quien vive ahora en Alabama, recomendó a su hija renunciar a la ciudadanía y quedarse con “la mejor del mundo”, la costarricense, dijo ayer Figueres.
Aunque la Convención de Viena admite excepciones a la regla de que los embajadores no deben tener la ciudadanía del país donde fungen, el Gobierno de Estados Unidos es tajante en ese precepto.
“Es una decisión política no hacer la excepción. En la generalidad ningún gobierno quiere que un ciudadano suyo tenga inmunidad diplomática pues pierde jurisdicción sobre él”, explicó ayer la ahora embajadora.
Figueres, politóloga de profesión, expresó que se ha desempeñado desde hace siete años como miembro de juntas directivas de organizaciones de beneficencia en Washington. “Aunque no estaba trabajando en ningún lado, sí vivía muy ocupada”, agregó.
En el pasado laboró para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), después de haberse desempeñado como ministra en la primera Administración de Óscar Arias (1986-1990).
Chinchilla justificó el nombramiento de Figueres, la nueva integrante del grupo de embajadores costarricenses ajenos a la carrera diplomática.
“Ella tiene contacto permanente con la comunidad internacional establecida en Washington y con organismos financieros importantes. Es difícil imaginar una persona con el conocimiento de este mundo que se desarrolla en Washington. Tiene los elementos personales, intelectuales y morales. Es sumamente apreciada”.