LONDRES (AP y AFP) . Multitudes atestaron las aceras de una población del sureste de Inglaterra donde una carroza tirada por caballos llevaba el ataúd del músico Robin Gibb, de los Bee Gees, hacia su funeral. Gibb, uno de los fundadores de la banda, murió el 20 de mayo a los 62 años tras una largaa batalla con el cáncer.
Un gaitero encabezó la procesión por las calles de Thame, donde residÍa el músico. El ataúd era transportado en una carroza blanca con costados de vidrio, cubierta de rosas rojas y arrastrada por cuatro caballos negros.
El oficio estaba previsto en la iglesia de Santa María, cerca de la propiedad donde Gibb vivió durante muchos años.
La familia de Robin Gibb pidió a sus conocidos y admiradores que en lugar de flores se envíen donaciones a dos organizaciones benéficas infantiles en la Isla de Man, la isla británica en el mar de Irlanda donde el músico nació antes de emigrar con toda su familia a Australia a los nueve años de edad.
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