Un laico ejemplar y un incansable impulsor de la integración familiar.
Así resumió el obispo de Cartago y responsable de la Pastoral Familiar, José Francisco Ulloa, la vida del médico Álvaro RIvera Chacón, fallecido esta semana a los 80 años.
El celo de Rivera por la unión de la familia tuvo su reconocimiento al ser nombrado como presidente mundial del Movimiento Familiar Cristiano (1995-1998).
En Costa Rica, este cartaginés fue uno de los fundadores del Movimiento Familiar Cristiano en 1958.
Rivera también fue presidente nacional y de la filial Latinoamericana (1988-1992) junto con su esposa Margarita Dittel, quien le sobrevive con sus cuatro hijos.
Reacciones. “Álvaro fue un laico ejemplar, incansable luchador e impulsor de la integración familiar”, manifestó el obispo Ulloa al enterarse de su deceso.
La solidaridad hacia la familia Rivera también llegó de otras latitudes del orbe.
“(Rivera fue) un gran baluarte, y ejemplo de amor por la misión de llevar el Evangelio desde la familia y por la familia”, destacó el Movimiento Familiar Hondureño.
Aparte de su labor profesional en el Hospital Max Peralta de Cartago, el doctor Rivera también integró por varios años la Junta Directiva de la Mutual Cartago de Ahorro y Préstamo (Mucap).
La vida de este médico ejemplar se apagó por un infarto cardíaco, luego de afrontar varias enfermedades.
Sus restos reposan en el Cementerio General de Cartago centro.