La morosidad de la cartera de crédito de Coopemex llegó a alcanzar el 14%, cuando el límite máximo permitido es del 3%.
Así lo revela el informe final de la intervención de la cooperativa, que fue distribuido ayer en forma impresa a los delegados acreditados de la entidad.
La morosidad se refiere a la cantidad de créditos otorgados que muestran atrasos de pago de más de 90 días.
Según la regulación financiera actual, la cifra en mora no puede superar el 3%. En el caso de Coopemex, el dato es 11 puntos superior al límite máximo permitido.
Para funcionar, la cooperativa necesitaría, a un mes plazo, una capitalización de ¢20.000 millones; además, la totalidad de los asociados deberían aportar ¢60.000 millones para hacer frente a los vencimientos de los pasivos (lo que la cooperativa debe a terceros).
Johnny Salazar, interventor de Coopemex, explicó que, entre otras razones, la opción de la capitalización no es viable, debido a que la confianza del público en la cooperativa está deteriorada, por lo que sería sumamente difícil retener el ahorro a la vista.
En la actualidad las pérdidas consumen el 64% del capital social y las reservas de la cooperativa ascienden a los ¢10.758 millones.
La suficiencia patrimonial de Coopemex, indicador que permite conocer qué tan fortalecida está una entidad para hacer frente a sus riesgos, es de -1,01%, cuando el mínimo permitido es del 10%.
Tampoco la propuesta que realizó el sector cooperativo resultó viable. El interventor señaló que la iniciativa pedía un cúmulo de excepciones a la normativa financiera que no eran aceptables.
El informe concluye presentando la propuesta del Banco Popular, sin valorarla.
Esta ya fue avalada por el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) y ahora deberá ser aprobada por la asamblea de delegados de Coopemex el próximo 19 de junio.
Héctor Arce, uno de los 500 representantes de los asociados, valoró el informe como escueto. “Yo creo que la cooperativa se pudo salvar, era de los trabajadores”, dijo.