Washington. La mayoría de los países americanos manifestaron ayer una posición favorable al diálogo entre Costa Rica y Nicaragua, alejada del apoyo a uno u otro gobierno.
Salvo Panamá, que ya había expresado su respaldo a Costa Rica, y Venezuela y Bolivia, aliados de Nicaragua, el resto de las naciones miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) centraron su mensaje en un llamado a aumentar los esfuerzos para resolver el conflicto de manera pacífica.
También clamaron por mantener la discusión en el seno de este organismo y en la línea de las recomendaciones del secretario general, José Miguel Insulza.
El representante panameño, Juan Manuel Castulovich, manifestó que Nicaragua “no se conforma con el conflicto que quiere con Costa Rica, sino que además quiere agregar conflictos con Panamá y Colombia”. Lo dijo en alusión a palabras del presidente Daniel Ortega, pronunciadas el viernes antepasado. Calificó ese mensaje como una “insolencia” e insistió en la necesidad de que Nicaragua retire sus tropas del territorio que pertenece a Costa Rica.
El representante venezolano, Roy Chaderton Matos, criticó el ultimátum de 48 horas fijado por Costa Rica para el retiro de los soldados nicaraguenses y lo atribuyó a una reacción “emocional y alejada de la necesidad de procurar la paz.
Bolivia, que también es parte de la Alianza Bolivariana, criticó la fijación de “plazos o amenazas”.
La situación, sin embargo, es delicada y merece un abordaje meticuloso. Esta fue una conclusión generalizada entre los embajadores que tomaron la palabra tras el informe de Insulza, y de los representantes tico y nica.
Guatemala llamó ayer a ambas partes a “desplegar esfuerzos más ingentes” y les exigió abstenerse de actos de fuerza.
Colombia y Guyana pidieron a las partes mantener el diálogo en el marco de la OEA, máximo organismo del continente, y cumplir con el retiro de las fuerzas de seguridad en la zona.
El chileno Darío Paya admitió que los problemas limítrofes no son facultad de la OEA, pero sí lo es cualquier amenaza a la paz en la región. “Es algo que nos debe preocupar”, señaló.
La estadounidense Carmen Lomellin, en una breve declaración, urgió a la OEA a interponer sus “buenos oficios” y evitó manifestarse a favor del retiro de los miembros del Ejército de Nicaragua o de la Policía tica.
El canadiense Allan Culham consideró que la presencia de contingentes armados dificulta cualquier conciliación.