Boston. (Redacción). Esas medicinas que usted no botó como corresponde podrían causar problemas mentales a los peces de río.
Parece una sentencia absurda, pero lo cierto es que un nuevo reporte presentado este jueves en el Congreso Anual de la Academia Americana para el Avance de la Ciencia de Estados Unidos reveló que los residuos productos farmacéuticos que acaban en los ríos, especialmente los llamados ansiolíticos, pueden estar teniendo impacto en el comportamiento de los peces.
El estudio fue elaborado por la científicos de la Universidad de Umeå (Suecia) y publicado en la revista Science.
Ellos detectaron ciertas concentraciones de ansiolíticos en los ríos y luego, cultivando peces en el laboratorio decidieron exponerlos a cantidades proporcionales de Oxazepam , fármaco de uso popular para personas con desórdenes de ansiedad.
Los resultados en las llamadas percas europeas mostraron peces más activos, audaces, pero a la vez menos precavidos y sociables, pues se transforman en potentes depredadores y se distancian de sus compañeros de especie, exponiéndose más fácilmente a los depredadores.
Tomas Brodin, autor principal del estudio detalló que incluso cuando estaban solos, los peces expuestos a Oxazepam se atrevieron a dejar sus refugios y entraron en zonas desconocidas y potencialmente peligrosas.