De igual forma, apoya las gestiones efectuadas por el gabinete de la rectoría de la UNA, de solicitar audiencia el próximo lunes 18 de febrero en la sesión del Concejo Municipal de Nicoya, con el objetivo de hacer valer la autonomía universitaria y el papel histórico de la UNA como institución pública de educación superior y comprometida con el desarrollo integral del país.
Lo anterior a raíz de un acuerdo del Concejo Municipal de Nicoya del siete de enero en el que se da un voto de censura a Marino Protti, tras catalogar sus investigaciones en Nicoya como desaciertos e imprecisiones.
Los miembros del consejo municipal consideran que las apreciaciones de Protti generan incertidumbre para la actividad comercial, empresarial, turística y económica de la zona y pidieron al Ovsicori desvincular al investigador de los estudios científicos sobre movimientos sísmicos de dicho cantón.
Ante esta situación el Consejo Universitario de la UNA considera que censurar investigaciones y actuaciones científicas, basándose en argumentos e intereses estrictamente comerciales, resultan inaceptables y no corresponden a los principios y valores de la sociedad costarricense.
Posturas como la adoptada por el Consejo Municipal carentes de toda objetividad, riñen directamente con el desarrollo del conocimiento como acervo histórico de la humanidad.
Añaden que el trabajo de Protti por más de 15 años en el área de Nicoya ha brindado la oportunidad única de generar conocimiento sobre las deformaciones geológicas que tienen lugar en la Península de Nicoya, antes, durante y después de grandes sismos de subducción, como el ocurrido el 5 de setiembre del 2012.