Cínicamente, el escritor estadounidense Henry Louis Mencken decía que “la conciencia es una voz que nos avisa que alguien puede estar mirando”. Es ingeniosa esta boutade , mas revela miseria de espíritu. No debemos hacer el mal porque el otro mira, sino porque el otro existe. Vista del otro lado del espejo, nuestra moral no solo debería juzgarse por el bien que hicimos, sino también por el mal que pudimos inferir a los demás y que evitamos. Somos así ángeles secretos pues las buenas acciones se conocen, pero nadie sabe del mal que impedimos.
Posiblemente sobre meditaciones de domingo como aquella solía caminar el pensamiento de Denis Diderot (Francia, 1713), hijo de un artesano de provincias, dramaturgo de éxito fatal, inventor de la crítica de pintura, polemista público y secreto, y perseguido por sus ideas (más bien, por las ideas de otros).
De paso, Diderot había invertido dos decenios en organizar, coescribir y defender la Enciclopedia , cordero –a veces lobo– acechado por enemigos poderosos, excepto uno.
En su retiro final, Diderot recordó muchas veces a Guillaume-Chrétien de Lamoignon de Malesherbes –uno de esos nombres que hacen muy largas las biografías–.
El caballero Malesherbes era pequeño y modesto, y, en cualquier lugar, atraía toda la atención porque era imperceptible. Empero, ejercía el cargo de director de la Real Librería y, como tal, dispensaba permisos o prohibiciones a los libros: era el gran censor de Francia.
Durante sus 14 años de censor (1750-1763), Malesherbes libró a la Enciclopedia de sus enemigos. Una vez, en su casa, para protegerlos, refugió los escritos de Diderot que, como censor, había mandado requisar. Otra vez, el monarca no dictó prisión contra Diderot “gracias a Malesherbes”, escribe la filósofa Élisabeth Badinter ( Las pasiones intelectuales , vol. II, cap. II). Malesherbes era un gato despensero más amigo de los ratones que del rey.
En el decenio de 1780, la Enciclopedia ya es un árbol de la sabiduría cuyos autores caen deshojados por el tiempo. Diderot muere en 1784, y Malesherbes lo sobrevive.
Jurista ético, Malesherbes desea evitar un juicio arbitrario contra Luis XVI, y es su abogado defensor; pierde, y ejecutan al rey.
La venganza huele la sangre. Las fieras del Terror apresan a Malesherbes y lo guillotinan junto con su hija y su yerno, su nieta y su esposo. Los asesinan el 22 de abril de 1794, “casi” en el Día del Libro.
Fernando Savater –quien aún intenta ser Voltaire– opina que Malesherbes no fue un liberal ( vide Diccionario filosófico, sub voce ‘Malesherbes’ ). ¿Cómo no? Liberal es quien defiende los derechos ajenos como si fuesen los propios, y persona ética es quien puede hacer el mal y lo evita por amor a los demás.