Corrúptulos incontrolatus costarricense hipnotiza con sus engaños a un grupo de niños en una Escuela Alejandro Rodríguez, en Vuelta de Jorco de Aserrí.
Sus compañeros, asustados, piden el auxilio de Súper Probidad y ahora juntos tendrán que trabajar para que gane el bien.
El final de la aventura se conocerá en unos meses cuando Corrúptulos y Súper Probidad vuelvan a Vuelta de Jorco.
Esta es la historia con que funcionarios de la Contraloría General de la República presentaron, el jueves, un programa dirigido a escolares y colegiales para transmitir valores de honradez, rectitud y legalidad.
El plan piloto se inició en dos centros educativos de aquel cantón josefino, con la esperanza de formar para el futuro buenos trabajadores, patronos y funcionarios públicos.
En la primaria, maestros y alumnos buscarán el “galardón de la probidad” con actividades que reflejen su rectitud, buena fe, y buen uso de recursos.
Mientras, en la secundaria, se crean los contralores juveniles, encargados de crear valores positivos en los muchachos e interesarse en los problemas de su comunidad.
“Querían incluir a estudiantes para hacer cambios, que el resto nos viera como ejemplo, que la gente dijera ‘vea que chiva, hagamos cosas que puedan hacer progresar la comunidad’. Ojalá funcione para el país”, dijo María Paula Rojas, estudiante de 5.° año del colegio local. Ella trabajará en una feria de reciclaje, iniciativa que quiere extender más allá del cole.
“Normalmente, no se toma la opinión de los jóvenes, sobre todo de los menores de 18, pero están cometiendo un error, porque los jóvenes tenemos nuevas ideas, nuestros proyectos”, expresó Sebastián Ureña, alumno de cuarto año. Colaboró Jeffrey Zamora.