Limón es la provincia donde fallecen más niños antes de cumplir su primer año de vida; sin embargo, expertos en salud destacan los esfuerzos para evitar los decesos.
Así lo muestran los datos sobre mortalidad infantil del 2011, divulgados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
En esa provincia murieron 10,64 menores por cada 1.000 nacimientos; las muertes se produjeron antes de cumplir un año de vida (la mortalidad infantil considera decesos en ese período).
Esa tasa de la región caribeña es 1,5 puntos más alta que la registrada a nivel nacional, de 9,06 decesos de menores de un año por cada 1.000 nacimientos.
De hecho, los datos del INEC muestran brechas entre las provincias; mientras Limón registra una mortalidad infantil de 10,64 por cada 1.000, Heredia reporta 7,57.
“La tasa reportada por Limón no es tan alta respecto a la tasa nacional”, comentó Ileana Herrera, directora general de Salud en la cartera respectiva.
Agregó que se realizan esfuerzos con la Caja Costarricense de Seguro Social en Limón para mejorar el acceso al control prenatal y luego del parto.
Su criterio lo reforzó el director del Hospital Tony Facio, German Núñez, quien insistió en las mejoras en el primer nivel de atención.
“En los últimos años hemos tenido muchas mejoras en la atención del servicio de neonatología, como personal”, comentó.
”Pero, acá –al hospital– llegan los casos más complejos, como bebés prematuros, lo cual no se puede prevenir; pero sí se puede evitar otros riesgos, con un buen control prenatal, y eso se ha reforzado a nivel primario, en los Ebais de la región”, añadió.
Sobre las causas de la mortalidad, el 49% de los decesos reportados en el país ocurrieron por afecciones desarrolladas en el embarazo, momento del parto y en los primeros meses de vida del bebé.
Como ejemplo, Herrera citó cuadros de presión alta que aparecen durante el embarazo, infecciones urinarias y de órganos, entre otros males.
Las malformaciones congénitas son la segunda causa por la cual fallecen menores de un año; de hecho, un 36% de los decesos se dan por malformaciones, principalmente cardíacas.