Fue una aparición cuidadosamente preparada y estudiada en Corea del Norte para mostrar que el mandatario es un líder moderno y afable parecido a otros jefes de estado.
Aportó además un marcado contraste con su padre, Kim Jong- il, quien protegió estrictamente su vida privada durante sus 17 años de gobierno.
El matrimonio de Kim Jong- un fue confirmado por la televisión estatal en una información difundida el miércoles sobre la inauguración del parque de atracciones, aunque casi como si fuera una noticia secundaria.
Con esa breve descripción, el Gobierno norcoreano indicó al mundo que la misteriosa mujer, vista últimamente junto a Kim, es su esposa. No se difundieron más detalles, aunque la prensa surcoreana manifestó que que es una excantante e integrante de un equipo de porristas y que se casaron hace tres años.
Los analistas consideran que la información de su matrimonio tiene como fin indicar que el joven gobernante Kim es maduro y estable, alguien con quien el pueblo puede identificarse pese a que solo cuenta con siete meses de experiencia en la conducción del país después de que su padre falleció en diciembre.
El hecho de que esté casado podría apaciguar los temores entre la gente de Kim y los mandos militares que le sirven “en torno a la cuestión de su juventud”, dijo Daniel Pinkston, analista en Seúl de la firma International Crisis Group.
“Ayuda además a los norcoreanos ordinarios a comprender que el nuevo gobernante en una persona normal, no un excéntrico”, expresó el analista político Ahn Chan-il.
Ri apareció sonriente cuando hablaba con su esposo, su brazo debajo del de él y rodeados por mandos militares y funcionarios del partido en el parque.
En otra foto difundida por la Agencia Noticiosa de Corea del Norte, de corte estatal, la mujer tomaba del brazo al líder mientras este saludaba con el otro a un grupo de personas en traje de baño.
“Esas manifestaciones públicas de afecto no son inusuales entre los norcoreanos, pero son un gran cambio para la familia gobernante y un acontecimiento sorprendente en un país como Corea del Norte, en el que las primeras damas suelen ser mantenidas fuera de la vista de los reporteros”, explicó el profesor Lee Woo-young, de la cátedra de estudios norcoreanos de la Universidad de Seúl.