La diputada del PLN María Ocampo se “coló” en diciembre en la delegación diplomática que Costa Rica envió a la cumbre de presidentes del SICA, en Managua, para entregar en persona una carta a Rosario Murillo, esposa del presidente nicaraguense, Daniel Ortega.
La carta era un reclamo por la finca que Nicaragua quitó a la familia de la legisladora, junto a la frontera con Costa Rica.
El 13 de diciembre, Ocampo entró a la Casa de los Pueblos con el grupo que encabezaba el canciller, Enrique Castillo.
La guanacasteca dijo que su familia decidió sacar su condición de diputada de este conflicto, pero ante la falta de respuesta de Nicaragua a las cartas de protesta que envió la Cancillería, ella viajó y logró entregar personalmente la carta a Murillo.
“Ese día en Managua, yo me colé y le logré entregar la carta a doña Rosario. Ya es una cosa particular, digamos yo, eh, porque, como quien dice, me colé, porque todo lo que era a través de la Cancillería la respuesta era: ‘es que no contestan’”, dijo Ocampo.
“Es que hay que hacer y decir algo, es que somos ticos, independientemente de que yo sea diputada. Él (su esposo Luis Román) es un tico que agarró plata de su bolsa y fue y la puso en un país y que al día de hoy no tiene nada más que un papel”, continuó la legisladora, integrante de la comisión que investiga la trocha 1856.
“Esto es una perfecta confiscación en mi idioma”, añadió.
El canciller Enrique Castillo dijo que, si bien la Cancillería había intercedido, Ocampo quiso integrarse a la delegación que viajó la cumbre del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) y que una función de la diplomacia es defender los intereses de los costarricenses. “Nosotros estuvimos anuentes”, adujo.