San José (Redacción). El analista político Gustavo Araya criticó el discurso emitido ayer por la presidenta Laura Chinchilla y dice que en temas como empleo, derechos humanos y diálogo, queda debiendo.
En entrevista con adn 90.7 FM Araya afirmó esta mañana que la Mandataria leyó el discurso en tres grandes bloques. En el primero pide perdón sin reconocer el error y más bien parece “esquinearse”.
El segundo bloque hace un recuento de acciones y, si bien, en algunos casos Araya reconoce avances, tales como temas macroeconómicos y políticas públicas de corte social, insiste en que le falta distanciarse y ver si los datos que leyó ayer están funcionando en términos de un proyecto país o un horizonte al que este Gobierno quisiera llegar.
Araya afirmó que hay una parte dentro del discurso que pareciera omitirse y citó, como ejemplo, que más que un logro del Gobierno, la movilización de los propios agricultores nacionales fue la que motivó a que no pasara un proyecto de ley que pretendía gravar sus tierras.
En violencia doméstica Araya dice que no se puede reducir a los femicidios o violencia contra la mujer, porque hay muchos otros temas en los que no se está avanzando y eso es un retroceso.
Sostuvo que hay un tema de empleo en el que la población puede estar viendo indicadores macroeconómicos muy sanos, pero eso no se transparenta ni se relaciona con el actual modo de vida”.
El último bloque fue el del llamado al diálogo que hace Chinchilla en el que parece adoptar pose de candidata a la presidencia y “no se vale que llame al diálogo a la población, a los partidos políticos y a las organizaciones sociales, cuando ha sido el Gobierno el principal carente de este elemento necesario para echar al país a andar”.
Araya reconoció avances, pero concluyó que falta visualizar el gran derrotero, más allá de logros sueltos.
Ese discurso sería válido si fuera el primero de la administración Chinchilla, pero no a las puertas del último año de su Gobierno.
Lo anterior máxime que Chinchilla no llegó novata ni tampoco su grupo de ministros. Ella fue parte del Gobierno anterior y hay una especie de burbuja, de negación de la realidad porque no se ven cuales son los dos o tres proyectos fundamentales.
Añadió que el nombramiento de Luis Fernando Mendoza en la Asamblea es como para que las cosas fluyan, pero sin saber siquiera para qué.
“Es como ponerse de acuerdo en las herramientas para hacer un mueble, sin saber que mueble se hará”.
Puntualizó que Chinchilla y su Gobierno insisten en el diálogo como una especie de ruego para llevar en paz el último año.