Con el fin de descubrir cuál es la mejor forma de producir energía a partir de fuentes naturales no contaminantes como el sol, el viento y el agua, ayer se abrió en el país un nuevo laboratorio científico.
Se trata de un centro para el estudio de energías limpias y está ubicado en la Universidad Earth, en Guácimo, Limón.
El laboratorio está acondicionado para que estudiantes y profesores puedan explorar y descubrir con sistemas a escala, o en tamaño real, cómo sacar más provecho de los recursos naturales. Por ejemplo, aprendiendo cuál es el mejor ángulo para colocar un panel solar y aprovechar más la radiación.
Por sus características, el proyecto sirve también como sede para acercar y capacitar a nacionales en el funcionamiento y diseño de los sistemas de energía hidráulica, eólica o solar más conocidos.
Demostración. Con motivo de la inauguración, un grupo de estudiantes realizó ayer demostraciones con diversas maquetas. Así, por ejemplo, en el caso de la energía eólica, se simularon unas turbinas en miniatura. Estas tienen la opción de cambiar la velocidad y dirección del viento, así como el ángulo de las aspas. Esos escenarios permiten evaluar cuáles condiciones favorecen la producción de energía.
Bert Kohlmann, coordinador del proyecto, prevé que los primeros estudios del centro estarán orientados a analizar la eficiencia en la producción de los biocombustibles (que buscan reducir el uso de combustibles fósiles como la gasolina o el diésel).
“El centro está pensado para ofrecer soluciones de energía limpia al sector rural y agrícola, y la biomasa es una fuente primaria”, reconoció Kohlmann.
Además, destacó que el laboratorio tiene un instrumento para medir el volumen y la composición de gases producidos por biodigestores, dispositivos especiales donde se deposita material orgánico (como excrementos) para que a través de su fermentación se produzca gas metano.
“Uno quiere producir la mayor cantidad de metano, pero antes no sabíamos cuánto estábamos produciendo exactamente porque no lo podíamos medir”, agregó el director del centro.
Faltan profesionales. ¿Por qué se creó el centro? El profesor alemán Volkhard Scholz, quien ha trabajado en el desarrollo de energías renovables por más de 20 años, explica que existe un faltante de expertos en esta temática, y que eso afecta a Costa Rica y a otros países.
Este laboratorio busca paliar esa situación. Scholz considera que este vacío debe llenarse, si se quiere progresar. El reto de la eficiencia energética es uno de los mayores desafíos en este nuevo siglo, dijo.
Para ser realidad, este proyecto recibió el apoyo del Gobierno de Alemania, que invirtió casi $1,5 millones para equipar el centro y cubrir el costo de los profesores alemanes que capacitarán a educadores en la región.
A medio plazo, también habrá capacitaciones para funcionarios de gobierno e industrias.