El responsable de Justicia de la provincia de Azerbaiyán Oriental, Malek Ajdar Sharifi, consideró que “todo es posible”, en relación con una eventual anulación de la pena pronunciada contra la mujer iraní.
Según este responsable, citado por la agencia FARS, existen todavía algunas dudas y ambigüedades en relación con las pruebas del caso Sakineh, lo que está retrasando la toma de la decisión final.
Su condena a lapidación provocó una movilización de la comunidad internacional, por lo que las autoridades iraníes decidieron suspenderla hasta revisar el caso.
Estas declaraciones tienen lugar un día después que la propia Sakineh Mohamadi-Ashtiani compareció el sábado junto a su hijo ante representantes de la prensa internacional en un encuentro organizado por la justicia local en Tabriz (noroeste de Irán), donde la mujer está encarcelada.
La iraní anunció su intención de demandar a varias personas, entre ellos dos periodistas alemanes que fueron detenidos en Irán por entrevistar a su hijo.
“Tengo mis motivos para demandarlos”, afirmó. “He venido ante las cámaras por voluntad propia para dirigirme al mundo”, aseguró. “Abandonen mi caso”, agregó la mujer, de 43 años, que habló menos de 10 minutos.
Esta aparición despertó suspicacias en Alemania. “El contenido de las declaraciones y la forma en que fueron hechas despierta interrogantes”, afirmó una portavoz de la cancillería.
“Desgraciadamente, no es raro que la gente en Irán sea obligada a hacer declaraciones”, dijo una fuente diplomática en Berlín.