No fue una sesión fluida. Cuatro recesos, los gritos de un gol y los tacones de una diputada que perdió su fino andar marcaron la jornada extraordinaria de este domingo en el Congreso.
A las 2:55 p. m. apenas se iniciaba la sesión para discutir el presupuesto de la República cuando Juan Carlos Mendoza (PAC), presidente de la Asamblea Legislativa, ordenó el primer receso.
De inmediato, reunió en el Castillo Azul a todos los jefes de fracción para tratar de llegar a un consenso antes de que se votara la moción de ¢25.000 millones en recortes al plan de gastos.
Los recesos se sucedieron uno tras otro, una hora más, y luego 40 minutos extra. Para entonces, el partido de futbol entre Saprissa y Alajuela ya se proyectaba en las pantallas de algunos despachos, mientras que los diputados y parte de la prensa se lamentaban por no estar en “otro lado” y con algo helado para degustar el clásico.
El cuarto receso cayó pasadas las 6 p. m., cuando el Movimiento Libertario se separó de la Alianza y no acogió el plan de recortes. El presupuesto se aprobó en 20 minutos.
Luego, en conferencia de prensa, la Alianza empezó a desgranar los resultados de este presupuesto “histórico” y hecho a su medida. Pero cayó el gol de la Liga. Una eufórica Patricia Pérez, del Libertario, perdió el buen porte que la caracteriza, gritó, corrió y a lo lejos se escuchaban los tacones que se perdían por los pasillos del Congreso.