Un inspector de obras del Conavi, investigado por supuestas dádivas en la construcción de la trocha paralela al río San Juan, compró una propiedad en ¢171 millones ($335.000) hace menos de cuatro meses.
La adquisición de la residencia, ubicada en un residencial de las montañas de San Rafael de Heredia, fue uno de los hechos que alertaron al Gobierno sobre presuntas anomalías en el proyecto fronterizo.
El funcionario, de apellido Ramírez, compró la finca de 1.383 metros cuadrados el 19 de enero de esta forma: pagó ¢130 millones en el acto y se comprometió a cancelar los ¢41 millones restantes el próximo 19 de setiembre.
El inspector aceptó constituir una hipoteca sobre la residencia, en favor de los exdueños del inmueble, para garantizar ese último pago. Así consta en la escritura de la venta, a la cual tuvo acceso ayer La Nación .
Para adquirir el bien, el inspector y dos de sus familiares compraron las acciones de la sociedad Inversiones Inteligentes Protectadas del Cáucazo MFEF S.A., a nombre de la cual está inscrita la propiedad.
En febrero del año pasado, la vivienda fue puesta en venta en Internet en ¢166 millones. La propiedad tiene 330 metros cuadrados de construcción, los cuales incluyen una casa de cuatro dormitorios, tres baños y medio y cochera para dos vehículos, así como dos cabañas.
La semana pasada, el exministro de Obras Públicas, Francisco Jiménez, denunció ante la Fiscalía aparentes dádivas en la trocha; mencionó que uno de los funcionarios encargados de otorgar contratos de maquinaria había adquirido una casa en un lujoso residencial y un vehículo último modelo.
Ramírez se mudó de su antigua casa en calle Ruiz de San Rafael al residencial Ave del Paraíso, al norte de Heredia.