A partir de hoy, los jefes de negociaciones comerciales de Costa Rica y Colombia se sentarán nuevamente en la mesa de discusión para encaminar un Tratado de Libre Comercio (TLC), en medio de una fuerte presión sectorial.
Esta es la cuarta ronda de negociaciones y podría ser la última; sin embargo, mucho depende de “que se logre un balance entre los intereses ofensivos y defensivos para la producción nacional”, destacó el director general de Comercio Exterior, Ricardo Zúñiga.
Durante la semana, se discutirán temas relacionados con acceso a mercados, servicios, inversión y reglas de origen.
Hasta el momento, se consensuaron 41 capítulos relacionados con temas agrícolas e industriales y 70% de las reglas de origen, tomando en consideración, según Zuñiga, 39 estudios sectoriales.
Las negociaciones se realizarán en el hotel Holiday Inn, Escazú.
Oposición empresarial. La firma del acuerdo comercial con Colombia sigue sin conquistar al sector privado nacional, los cuales critican las medidas proteccionistas que tiene ese país y piden la exclusión para algunos sectores.
Además, miembros de la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR), la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (Cacia), Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNAA), la Asociación Costarricense de la Industria Plástica, la Asociación de la Industria Gráfica Costarricense y la Asociación de Fabricantes Metalmecánicos y Metalúrgicos expresaron que no pueden competir contra Colombia, tomando en cuenta el tamaño que tiene esa industria.
Martha Castillo, vicepresidenta ejecutiva de la CICR, destacó que están muy preocupados por estar negociando con un país que tiene mejores condiciones de competitividad y que establece medidas de protección para sus productores.
“Los empresarios aquí se enfrentan al alto costo de la energía, de combustibles, de mano de obra, de capacidad instalada y de logística de exportación”, manifestó.
Álvaro Sáenz, presidente de la CNAA, destacó que es hora de hacer un alto en el camino y analizar si son necesarios más tratados. “Hay que revisar con lupa los que ya se firmaron y si no hay otro remedio con Colombia, luchar hasta el final por cuidar a los sectores más vulnerables”, destacó.
Zúñiga dijo que no se cerrará el TLC hasta que no se hayan atendido las sensibilidades de los sectores, porque el objetivo de un TLC es que se beneficie el comercio.
“En competitividad ya trabajamos y eso es otro tema”, indicó.