El proyecto que inició el año pasado se tuvo que detener porque oleajes fuertes azotaron la zona e inundaron casas vecinas, lo que llevó a la previsión por parte del Instituto Costarricense de Puertos de Pacífico, Incop, que financia la obra, valorada en unos ¢700 millones.
El gerente del Incop, Whitman Cruz afirmó que por las altas mareas tuvo que cambiarse el diseño del dique y hacerlo con un enrocado más alto y más fuerte.
Se hizo un estudio técnico con la Universidad de Costa Rica y la empresa supervisora el cual se envió a la Contraloría, que ya lo refrendó.
“Estamos por dar la orden de inicio de esa segunda parte y una vez concluido el enrocado, solo faltarían unos baños y cubículos” afirmó Cruz.
Afirmó que el plazo para esta segunda etapa es de 40 días hábiles, por lo que para las vacaciones de medio período ya estaría lista la obra. Esta segunda fase está valorada en ¢120 millones y esta vez se espera que no surjan retrasos.