La música De mi país llevará a Manuel Matarrita por viaje histórico

El pianista Manuel Matarrita está seguro que la música costarricense para piano debe ser tan importante para los músicos ticos, como el resto del repertorio universal. Por eso, fue más allá de las palabras y preparó De mi país, un recital solo con piano, donde interpretará solo obras de autores nacionales.

Este concierto se realizará el miércoles 29 de agosto, en el Teatro Nacional, a las 8 p. m.

La presentación está planteada a manera de recorrido histórico; por eso, la dividió en tres partes. La primera será Nuestros clásicos, donde tocará las obras Vals de medianoche, de José María Chaverri; Barcarola, de Alejandro Monestel; El duelo de la patria, de Rafael Chaves y Leda, de Julio Fonseca.

La segunda parte la nombró De la inspiración popular, donde se incluye Preludio y fuga sobre Caña dulce, de Allen Torres, y Desvaríos sobre La botijuela, un estreno del propio Manuel Matarrita.

La tercera y última parte del concierto denominada Tiempos modernos ofrecerá las creaciones Suite para piano, de Ricardo Ulloa; Tres encores, de José Mora, y Sonata del cielo, de Marvin Camacho. Las dos últimas son estrenos.

“El objetivo, básicamente, es dar a conocer la música de compositores costarricenses, porque la mayoría de las obras no son conocidas. Algunas son arreglos de obras, otras son versiones para piano, como El duelo de la patria”, explicó Matarrita.

El pianista está claro que un recital se queda corto para mostrar toda la música para piano hecha en el país, pero espera que sea un recorrido representativo.

Elección. Ante la interrogante de cuáles obras incluir, hizo un esfuerzo para que reflejaran distintas épocas. En el caso de Leda, es una obra que muchos costarricenses conocen, aún sin saber quién es el autor.

Es una obra compuesta en 1919, que según Matarrita hizo a su autor muy conocido en el país. Otro elemento que el artista cree que contribuyó a su amplia difusión, es que se hizo una versión para orquesta sinfónica y otra para banda de vientos. Además, la Orquesta Sinfónica Nacional la grabó en un álbum.

Con una composición como Vals de medianoche quería compartir una obra no tan académica y mucho menos conocida.

“El desarrollo de la música para piano en Costa Rica fue heterogéneo, a brincos y saltos. Nosotros (Costa Rica) no estábamos a la vanguardia; por ejemplo, en los años entre 1920 y 1930 aún estábamos en el Romanticismo”, añadió.

Acerca de incluir una obra suya, aseguró que no se trata de un deseo de incursionar en la composición, sino algo propiamente relacionado con este concierto. Su idea con Desvaríos sobre La botijuela era tomar la melodía original y hacer variaciones a partir de música folclórica costarricense.

Con la obra de Ricardo Ulloa (n. 1928), el pianista busca difundir una pieza prácticamente desconocida, incluso, que cree que no se difundió porque el propio compositor no se interesó en hacerlo.

“Es una creación en tres movimientos, no es del tipo hermosa, más bien tiene un carácter dramático y ácido”, según Matarrita.

El pianista mencionó que él mismo seguirá amando e interpretando a los grandes compositores, como Ludwig van Beethoven, pero con De mi país quiere evidenciar y quizás contagiar a otros para que esta música no se quede solo en espacios universitarios y ciclos de música costarricense.

Por su parte, repetirá el recital el 16 de setiembre, en la Sala Cervantes, en La Habana, y el 29 de setiembre en Guatemala. Además, tiene un proyecto para presentarlo en las siete provincias del país, para el deleite de los costarricenses.