Hong Kong. Los inversionistas dieron un suspiro de alivio ayer cuando la apabullada bolsa de Hong Kong cambió de curso y emprendió una trayectoria alcista.
El índice Hang Seng subió 718,04 puntos, o 6,9 por ciento y cerró en 11.144,34.
Pero operadores y analistas advirtieron que tras los desplomes históricos que sufrió esta semana el mercado de Hong Kong, todavía no es momento de festejar.
El día anterior, en lo que se ha llegado a llamar el "jueves negro", el índice Hang Seng perdió 1.211 puntos, un 10,4 por ciento, y el desplome, el peor de la historia de la bolsa de Hong Kong, provocó réplicas desde Londres a Nueva York, donde también se registraron bajas.
La caída también motivó conjeturas pesimistas de que esta podría devastar el sistema bancario de Hong Kong y desatar incumplimientos en los pagos de créditos hipotecarios de su muy cotizado mercado inmobiliario.
Pero ayer la actividad económica en el exterritorio británico parecía volver a la normalidad. Las acciones repuntaron 700 puntos, en la segunda mayor subida de la historia de la bolsa. Los tipos interbancarios disminuyeron desde un máximo de 300 por ciento al nivel de 10 por ciento que tenían antes de la crisis, y el dólar local parecía fuerte.
En América Latina, dos de las naciones más golpeadas, México y Argentina, no lograron recuperarse.
En México, luego de una jornada volátil, la bolsa de valores cerró con una importante pérdida de 2,74 por ciento y en Buenos Aires el índice Merval perdió 34,25 puntos y cerró en 786,21 puntos.
También Wall Street y Londres resultaron golpeados. (Véase detalle en sección bolsas internacionales en página 24-A.)
Perspectivas
Los operadores dijeron que al parecer Hong Kong superó, por ahora, su peor sacudida económica desde que Gran Bretaña traspasó el territorio a dominio de China en julio, tras 156 años de gobierno colonial.
"Intentamos repeler los ataques especulativos contra el dólar. Lo lograremos", declaró a la prensa el viernes el gobernante de Hong Kong, Tung Chee-hwa.
El exmagnate naviero, designado por China para administrar su nuevo reducto capitalista, tenía un aspecto confiado y tranquilo al regresar de un viaje de una semana a Europa para hacerle cara a su primera crisis como gobernante.
"El mercado ha caído, pero a ciertos niveles resulta una buena compra", dijo. "Habrá compradores en el mercado y el mercado empezará a repuntar."