Un pulgón de apenas 2,72 milímetros, con antenas delgadas y alas transparentes, es el último en ingresar en la lista de especies que son nuevas para la ciencia y fue descubierto aquí, en Costa Rica.
El Rhopalosiphum chusqueae fue hallado durante una expedición al cerro de la Muerte, realizada por investigadores de la Universidad de León, España, en el 2008.
En esa oportunidad, los científicos recogieron tres hembras y una serie de ninfas (ejemplares en etapas inmaduras).
Su hallazgo fue documentado en un artículo publicado en la revista científica ZooKeys .
De hecho, como los áfidos son difíciles a la hora de identificarles la especie, los científicos recurrieron a análisis molecular. Para ello, se extrajo material genético (ADN) de una ninfa y tres adultos.
Así determinaron que era una especie nueva, aunque guardara similitudes morfológicas con otras especies de pulgones como el R. rufiabdominale y el R. padiformis .
Asociado a una planta. Según el Diccionario de biodiversidad, de Maarten Kappelle, un pulgón (o áfido) es un insecto pequeño y suave. Vive en colonias y se alimenta de la savia de hojas y tallos tiernos. Es más, algunas hormigas se alimentan de sus excreciones azucaradas.
En este caso, el Rhopalosiphum chusqueae lleva ese nombre debido a la planta hospedera donde suele encontrarse.
Chusquea tomentosa es una gramínea como lo es el bambú, el maíz o el arroz. Es propia o endémica de Costa Rica y se distribuye por la cordillera de Talamanca, en altitudes entre 2.450 y 3.000 metros.
Los pulgones suelen estar cerca de los nodos, bajo las hojas, lo cual los hace difícil de observar.
Con este estudio aumenta el conocimiento sobre los pulgones, ya que estos son considerados una peste en los cultivos agrícolas.