Seguir una dieta baja en grasa un par de semanas antes de someterse a un procedimiento quirúrgico, puede ayudar a que su cuerpo sane mejor y más rápido tras la intervención.
Al menos así lo sugiere el resultado de un experimento desarrollado en ratones de laboratorio. Bajo el liderazgo de Keith Ozaki, director de investigación de cirugía vascular del Brimgham and Women’s Hospital, en Massachusetts, EE.UU., los científicos evaluaron el comportamiento del tejido adiposo (la grasa) en el proceso de sanación tras una cirugía.
El tejido adiposo se encuentra en todo nuestro cuerpo. Debajo de nuestra piel sirve para darnos calor y para almacenar energía; alrededor de todos los órganos, hace una función de colchón protector.
Cuando se realiza una cirugía, necesariamente se debe traumatizar el tejido adiposo. Eso llevó a los investigadores a preguntarse si la presencia de más o menos grasa en el cuerpo tenía algún efecto en el proceso de sanación de un procedimiento quirúrgico.
En el experimento, los científicos tomaron a un grupo de ratones y los alimentaron con una dieta alta en grasa (el 60% de las calorías que consumían provenía de grasa), mientras que a otro grupo de roedores los alimentaron con una dieta baja en grasa (solo el 10% de las calorías provenía de grasa).
Tres semanas antes de los procedimientos quirúrgicos, algunos de los ratones en la dieta alta en grasa recibieron un cambio en su dieta: empezaron a comer la dieta baja en grasa.
Luego, los ratones fueron sometidos a las cirugías. Tal como se esperaba, los ratones más gorditos presentaron la mayor dificultad en la sanación: al haber más tejido adiposo traumatizado, la inflamación fue mayor y las heridas tardaron más en sanar.
Sin embargo, los ratones gorditos, pero que cambiaron su alimentación unas semanas antes del procedimiento, tuvieron una sanación mucho más rápida y sencilla.
El estudio, que se publica en la edición de abril de la revista Surgery , sugiere que la restricción de comidas grasosas antes de una operación puede ayudar a que la sanación sea más rápida y se diminuyan las complicaciones.
Ahora será necesario probar la dieta baja en grasa en pacientes humanos para saber si se corre con la misma suerte que la de los ratones.