El Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés), logró crear un “mini-Big Bang”, una pequeña explosión que simula lo que los científicos creen que dio origen al universo como lo conocemos.
Expertos de distintas nacionalidades alcanzaron el hito mediante el choque de iones de plomo, átomos de este elemento a los cuales se les retiraron algunos electrones.
Los átomos colisionaron en el LHC, un túnel circular de 27 kilómetros, que está enterrado bajo la frontera de Francia y Suiza.
El LHC es un proyecto de la Organización Europea de Investigación Nuclear (CERN) y su construcción costó $4.300 millones y 25 años de trabajo.
Mediante distintos puntos de control a lo largo de lo que se considera el instrumento científico más grande y caro construido hasta ahora por los seres humanos, los científicos logran captar la información de lo que sucede tras la pequeña colisión.
“A estas temperaturas, los protones y los neutrones –que forman el núcleo de los átomos– se mezclan y dan como resultado una sopa densa y caliente de partículas llamadas quarks y gluons, conocida como plasma quark-gluon”, añadió.
De acuerdo con Evans, al analizar este plasma, los físicos esperan comprender mejor la fuerza nuclear fuerte, una fuerza que une a las partículas en el núcleo de los átomos. En el núcleo de los átomos está el 98% de su masa.
Sus investigaciones también deberían poder explicar por qué existe algo en vez de la nada en el universo como lo conocemos.
El LHC seguirá chocando iones de plomo hasta el 6 de diciembre, cuando se inicie un receso de mantenimiento que finalizará en febrero del 2011.
El LHC ya venía trabajando con colisiones de protones, pero el paso a iones de plomo es “un síntoma de su madurez”, se señaló en un comunicado oficial.